martes, 17 de noviembre de 2015

(1993) Robert D. Hare - Sin Conciencia: El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean.

Psicopatía, test de Hare, cine, empatía, delincuencia


Jon Ronson, en su libro "¿Es usted un psicópata?", mantenía una serie de conversaciones con Robert Hare. Gracias a ellas Ronson daba pie a introducir en su obra la perspectiva de la psicología criminal, de la que el propio Hare no es sino su fundador. Sobra decir que la lectura de "Sin Conciencia" se ha visto fuertemente condicionada por la lectura de la obra de Ronson, como es evidente, hasta el punto de que de no haber tenido contacto con aquella, seguramente no habría tenido contacto con ésta.

"Sin Conciencia" es, ante todo, un desarrollo pormenorizado del "Psycopathy checklist", el test diseñado por Hare para el diagnóstico del trastorno. Hare emplea todos sus esfuerzos en presentarnos los rasgos del psicópata, (personalidad impulsiva y egocéntrica, ausencia de remordimientos y empatía, tendencia a delinquir en la edad adulta, etc). Muchos de los rasgos presentados nos son profundamente familiares por el tratamiento que ha hecho el cine del trastorno en películas como El silencio de los corderos y Malas Tierras o en series como Dexter. Otros rasgos seguramente sorprenderán al lector, como el procesamiento bilateral del lenguaje (lo que explicaría cierta tendencia a la mentira y la contradicción en estos sujetos) o la ausencia de emociones profundas.

Una de las principales finalidades que tiene el libro es el de presentarnos la idea de que la psicopatía no tiene cura ni tratamiento. El psicópata no tiene una enfermedad psiquiátrica al uso, y todo intento por desarrollar un conjunto de técnicas psicológicas que en otros trastornos podrían resultar eficaces, están abocadas al fracaso. Esta afirmación resulta una verdad incómoda, por cuanto apunta a los límites de la actividad psicológica y psiquiátrica, pero resulta absolutamente necesaria para aquilatar la tesis de que los psicópatas criminales jamás se reinsertarán en la sociedad. Con ellos no se aplica (o no se debería aplicar en opinión de Hare) la máxima de que todo el mundo merece una segunda oportunidad. Por supuesto, todo dependerá de la gravedad del delito. No es lo mismo cometer asesinato que robar una cazadora en unos grandes almacenes y, por tanto, las medidas a aplicar no deberán ser las mismas en un caso u en otro. Por otro lado, muchos psicópatas consiguen llevar una vida aparentemente normal, como bien advierte Hare, en el sentido de no llevar a cabo conductas delictivas. Su psicopatía se produce, entonces a un nivel más soterrado e imperceptible para el observador externo, pero con iguales consecuencias nefastas de posible subyugación para sus allegados.

Como obra de divulgación científica que es, Hare no escatima en presentarnos una amplia y variada sucesión de estudios de casos. Estos casos sirven al autor tanto como evidencia de la veracidad de sus afirmaciones como una forma de ilustrar aquello que nos quiere decir. Constituyen la musculatura de la obra y quizá su parte más jugosa también, por aquello de llevar al lector hacia la pura y dura realidad desde el frío y siempre alejado concepto.

Comparando "Sin Conciencia" con "¿Es usted un psicópata?", las diferencias saltan a la vista desde los propios títulos: sobrio el de Hare e inquisitivo el de Ronson. La segunda era una obra diseñada para conmover, concienciar, entretener, divertir y asustar al lector. Esta multiplicidad de objetivos, no siempre del todo compatibles entre sí, dotaban al libro de un tono vivaz y espontáneo, buscando captar la atención del lector en todo momento, pero sin llegar al amarillismo de mal gusto de otras obras. "Sin Consciencia", en cambio, busca informar. También tiene otros fines, pero siempre supeditados a su vocación didáctica principal. Por ello, es un libro más frío y aséptico, o al menos todo lo frío y aséptico que un libro de esta naturaleza podría ser. En cualquier caso, quizá sean libros destinados a audiencias distintas, más pequeñas en el caso de Hare y amplias y masivas para Ronson.

Creo que recomendaría este libro a quien ya teniendo unas nociones preliminares del fenómeno, quisiera profundizar en lo que ya sabe del mismo. Esto es tanto como recomendar mi plan de acción, lo cual, dicho así, suena un poco prepotente, pero es justo lo ocurrido al hacer el viaje desde la obra de Ronson a la obra de Hare. Sin embargo, tengo que decir que disfruté más de la lectura de "¿Es usted un psicópata?" Sencillamente me lo pasé mejor. Por lo que recomendaría este libro a quien ya tenga unas nociones del trastorno y, además, ya haya pasado el peaje de la obra de Ronson. En caso contrario, le recomendaría al lector hipotético hacer turismo en territorio Ronson.

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